martes, diciembre 12, 2006

Fotos viejas I: Travesías de Mr. Faustus en medio de la selva Amazoni-K.

Recordaba esta foto con muchísima mas luz, totalmente iluminada por un sol de tarde.
Los rayos pegando en el verde de las plantas, hacíéndolas resplandecer, y en el rosa de los azulejos. Al menos así está el balcón por estos días, quizás por eso me confundí.
Pero no, era más bien opaca, si bien todo está como siempre es: Fausto y el balcón.
Esta es la última foto de un fotolog que tuve hace unos años y que todavía existe, si bien creo que el total de fotos que publiqué fueron nueve y ahí quedaron allá lejos y hacetime.
Fausto tendría más o menos un año: ahora está igual, hasta parece más joven.
No sé si existe la juventud para los animales, pero a mí me pasa de sentirme más pendeja a veces: la cuestión es que nunca me sentí pendeja, algo largo de explicar. El balcón también está igual, yo diría que más resplandeciente, y no sé si solo por el sol o la luz, está más encantador. Casi un poseído entre lilas.
Todos cambiamos bastante en estos dos años. Mi madre hace chistes con que yo soy la madre, que el gato nació de mi panza y bla. Si bien esto no es más que ficción deseante, hay algo de aprendizaje de cuidado/ darse cuenta del otro, en todo esto de ser amo y tener animales.
Ambos (el y yo) con carácter fuerte, ambos quizá misteriosos, quizá algo solitarios.
Otra vez nos quedamos solos. Nuestra relación está cambiando. Nos veo cada vez mejor.
Tanto que aprender de un gato, si uno se lo propone.