jueves, junio 29, 2006

Post- adolescencia

Cuando entré en la facultad (hace increíblemente 4 años y medio), mas allá de entusiasmo y nervios, tenía objetivos bastante claros. Si bien estas tres cosas se mezclaban, había algo concreto: iba a entrar en un lugar nuevo y desconocido, y quería hacer de todo eso mi lugar y encontrar/ conocer gente que se me pareciera y, por lo tanto, compartir las mismas cosas con ellos.
La facultad me dió mucho y me abrió la cabeza a muchas cosas. Me hizo entender que, entre otras cosas, como adulta puedo defender un punto de vista, plantarme ante situaciones y expresarme de maneras que nunca antes había considerado, ampliar desde adentro el espectro de posibilidades que tenía en cuanto a la vida y a la relación con los otros, a pensar otros modos diferentes y mas convenientes de construír esas relaciones, que a su vez no me saquen las cosas que me gustan de mí y que quise conservar (el respeto hacia otros, una cierta inocencia, etc) . Me empujó a saltar a través de mis limitaciones para intervenir de otras maneras posibles en la realidad.
Ahora bien, vuelvo a mis objetivos primordiales: lo más importante siempre fué el entorno, para mí es fundamental la gente que me rodea, poder compartir criterios , opiniones, rpeferencias. Saberme respaldada por las companías o bien vivir cosas en conjunto, y en la facu al principio se armaron grupos de estudio interesantes y me fuí dando cuentas de que en ese espacio la cosa venía más para crecver intelectualmente quye para compartir criterios estéticos, artísticos, y por ende (como deducía yo, al ppio) encontrar amigos inseparables que me acompañen a todos lados o almas gemelas. Encontré gente interesante que me ayudó a crecer y a entender como funcionaba todo esto por dentro.
Siento que ahora, cuatro años después, encontré un poco eso que tanto buscaba (q no es mas q una sensación interna de lugar y gente q uno dice ¨ah es esto¨) en una introducción a A.V. en el IUNA. Y no es que sea tarde ni que no me alegre sino q ahora yo también soy otra, si bien tengo en la mirada cada vez mas deseo de colmar todas esas cosas y en als actitudes cierta inocencia que me caracteriza un poco.
Es que me esto me asegura que lo que uno quiere tarde o temprano lelga, y npose si culpar al tiempo o a mis cambios o a la tardanza o a una voz que mke dice q todavía no estoy del todo preparada para integrar toodas mis partecitas y mostrarlas con otros.
Entonces ese plantarme ante el mundo aparece dudoso y vuelve la nena murmurante que en su adolescencia creía que seducía con su timidéz y su presencia suave.
Entonces vuelvo a agradecer, sin culpar a nada, y trato de disfrutar en lo posible las ironías del tiempo.
Trato de usar en lo posible, cada una de mis yo según el lugar y la situación a enfrentar, aunque sea una tarea desgastante. pero lo que más quiero es unir a todas ellas en un presente permanente y descandar en la ausencia del tiempo. Es decir, en un presente eterno.