domingo, septiembre 03, 2006

Digolascosasconamor

Las digo una vez, dos veces, tres veces. Y después no las digo más.
Pero lo que más me duele, es la ignorancia no de la no-respuesta. Hablo de coherencia. De causa y efecto. La relación entre ambas parece estar un poco indecisa.
De todas maneras, me considero exigente.