martes, noviembre 07, 2006

Recién:
-cuanto falta para la torta? les digo.
quince minutos.
mi hermano se va al balcpón a fumar un pucho, se prende la tele con una novela que a veces miro de reojo porque
mimamálamira mientras reconozco mi cansancio e incomodidad por los cambios de ámbitos y situaciones permanentes a los que parece estar ¨encadenada¨ mi vida, alguna relación con la luna en Acuario, seguramente.
Hubo sucesos descomunales y reconozco que estoy como enojada por tanto cambio que ronda.
Hoy terminé un libro sobre psicogenealogía, transgenealogía y constelaciones familiares que se llama ¨Mis antepasados me duelen¨. Interesantísimo y, si se sabe como interpretar, tremendamente útil.
Entre otras cosas, trata sobre conductas/ comportamientos heredados y miedos que se repiten de a generaciones manifiestándose de maneras que escapan a lo racional.
Y parece que nuncaq escapa al blog hablar de mi familia, y de mi intento de escapar de ella desde varios puntos.
En erl libro habla de los secretos de familia que persisten de a generaciones y que los nuevos que nacen SABEN que ahy algo ahí escondido y terminan repitiéndolo. Es otra manera de lealtad.
Una amiga se conecta al msn con un nick que dice las hormonas toman caminos que no entiende la razón. Me río por ciertas coincidencias entre nuestros estadosdeánimo que se repiten todo el tiempo.

Por fin llega la torta. Cuando estoy ovulando me permito esos gustos, mejor. Hablan de tantas cosas que siempre tienen qe ver con lo mismo pero que entretienen.
De todas maneras, light o no light, en alg´pun momento de estas cenas familiares siento que cierta dosis de machismo se vuelve orgullosa y prolífica y ahi sí que me comería todo aunque la reacción mas clásica es encerrarme en mi cuarto o ir y venir. Y porque digo con razon a tantos miedos, a los hombres mayores, a la burla, a la crítica masculina.
Es tan evidente cuale s el motivo y tan impotente una como mujer, casi siempre. Ya no hablo del contexto donde una se desarrolló, haya exiliadose o nó del mismo, como quisiera ser liberal o simplemente libre.
Tengo nueva familia pero esto es secreto y simbólico, algo que yo elegí. Un entorno al cual la sincronía quiso llevarme.
Pienso en la liberación y en la de otras mujeres. Imagino revueltas de pelotudeces instaladas, actitudes masculinas que siguen demostrando cierta superioridad y me cuesta tanto, tanto aceptar. Algo tendré que aprender de eso.
Pienso en el poder de la mirada que tienen los hombres, (quizas con la primavera esto aumentáse, al menos en el imaginario) y no puedo dejar de creér que es injusto.
peor lo que termina sientdo justo, en realidad, siempre es la propia imposibilidad de libertad de uno, esa creéncia.
hace poco escribí algo así como que me sent´pia en un campo de concentracion, un área circular que me absorbia y no me dejaba salir. Quizás alguna relacion con esto de la transgeneología, haya. Alguna solución habrá.
El cambio pide compromisos/ hechos. Pero sin accion, es imposible.